El plomo se utilizaba habitualmente en las tuberías de agua potable. Desde 1960, ya no se permite la instalación de tuberías de plomo, pero las casas antiguas y los edificios escolares, por ejemplo, suelen seguir teniendo tuberías de agua de plomo. Incluso las tuberías nuevas de las casas recién construidas y los componentes como los accesorios y los grifos pueden contener y liberar (temporalmente) plomo. También se puede encontrar plomo en los alimentos (como el pan, el té y la cerveza), en las capas antiguas de pintura y en las tuberías de cobre soldadas con plomo. La exposición prolongada al plomo puede provocar anemia, trastornos de la función renal, trastornos de la vitamina D, del metabolismo y neurotoxicidad, entre otras cosas.
TAMBIÉN en Bélgica y NL, miles de niños sufren intoxicación por plomo
En todo el mundo, 800 millones de niños, o uno de cada tres, están afectados por la intoxicación por plomo. En Bélgica, más de 400.000 niños tienen niveles de plomo en sangre de 5 microgramos o más por decilitro. En los Países Bajos hay casi 60.000 niños afectados. Así lo indica un informe de Unicef y Pure Earth para 2020. En los Países Bajos y Bélgica, la intoxicación por plomo procede principalmente de las tuberías de plomo, que aumentan sensiblemente los niveles de plomo en el agua potable. Esto puede causar daños cerebrales permanentes, problemas de comportamiento y menor inteligencia.
¿Por qué es tan peligroso el plomo?
Según las investigaciones de la Universidad de Florida, el plomo, en particular, tiene un efecto (neuro)tóxico. El plomo entra en el cuerpo humano a través de la piel (hidratación), el sistema digestivo (nutrición), las vías respiratorias (contaminación atmosférica), la placenta (sangre y leche materna) o la conjuntiva. Los bebés y los niños menores de cinco años son especialmente vulnerables, ya que sus intestinos absorben el metal tóxico con mayor facilidad y sus cerebros aún se están desarrollando rápidamente. Actualmente, la norma aplicable en el agua potable es un máximo de 0,01 mg/L, que también se aplica en la UE.
Los sistemas de filtrado en caso de exceso de plomo en el agua son una solución temporal en el mejor de los casos
Los sistemas de filtrado pueden ofrecer una solución (temporal) cuando hay demasiado plomo en el agua potable, según las investigaciones. Pero sustituir las tuberías sigue siendo lo mejor. Las investigaciones internacionales demuestran que existen filtros que eliminan eficazmente el plomo del agua, pero el mantenimiento es uno de los puntos débiles. Después de unos tres meses, los filtros se saturan y deben ser sustituidos. También pueden convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias. El mejor consejo: haz que sustituyan las tuberías de plomo lo antes posible.
En el caso de las tuberías de plomo, esto se aplica (especialmente) a los bebés, los niños de hasta 8 años y las mujeres embarazadas:
- No beba agua de las tuberías de plomo, ni siquiera para preparar té o café.
- No utilice el agua para cocinar pasta, arroz o sopa, por ejemplo.
- No utilices el agua para preparar la leche de fórmula para bebés.
- Como alternativa, utilice agua de botellas de vidrio o agua del grifo (filtrada) procedente de tuberías sin plomo.