10 contaminantes en el agua subterránea y del grifo de los que Pineo está libre

Las aguas subterráneas contaminadas están muy extendidas en Bélgica y los Países Bajos. Piense en los lugares donde se encuentran (o se encontraban) las gasolineras, los garajes, las lavanderías químicas o las fábricas de gas, así como en los terrenos agrícolas donde se utilizan plaguicidas prohibidos. Enumeramos para usted las 10 sustancias más contaminantes del suelo y las aguas subterráneas en Bélgica y los Países Bajos. Estas sustancias también pueden encontrarse en el agua del grifo o de la red y también en algunas aguas minerales. La buena noticia es que el agua mineral natural Pineo no contiene ninguna de estas sustancias tóxicas.

1. Metales pesados en el agua del grifo

La contaminación más común son los metales pesados como el plomo, el mercurio, el zinc, el níquel, el cromo, el cadmio, el arsénico y el cobre. Estos entran en el medio ambiente de muchas maneras. Una vez en el cuerpo, pueden causar daños en los órganos, anemia, asma, reducción de la fertilidad, cáncer de pulmón y de piel y daños en el sistema nervioso.

2. PAKS en el agua del grifo

Los hidrocarburos aromáticos policíclicos o HAP son sustancias que se forman durante la combustión o la carbonización y también se encuentran en los residuos de alquitrán, asfalto y cenizas, entre otros. También se añaden a los productos de plástico o caucho para darles elasticidad. Son cancerígenos y altamente tóxicos. Los HAP en el suelo y el agua no se descomponen adecuadamente y, por tanto, se acumulan.

3. Disruptores endocrinos en el agua

Las sustancias químicas que alteran el sistema endocrino pueden encontrarse en juguetes, envases de alimentos y cosméticos, entre otros. Otros disruptores endocrinos bien conocidos son los retardantes de llama, que hacen que la ropa, los muebles, la pintura y las alfombras sean menos inflamables, por ejemplo. Los médicos están preocupados por el efecto de estos disruptores endocrinos en el desarrollo de los órganos sexuales, como las malformaciones genitales en los bebés varones, entre otras cosas. También es más frecuente la reducción de la fertilidad.

4. Nitrógeno en nuestras aguas subterráneas

A través del estiércol de los cerdos y las vacas, el nitrógeno también acaba en el suelo y el agua y, por tanto, también en nuestra agua del grifo. El nitrógeno puede convertirse en amoníaco, nitrito y nitrato. Se trata de sustancias que se disuelven muy fácilmente en el agua y son bastante perjudiciales. Las altas concentraciones de nitrato en el agua pueden provocar un crecimiento excesivo de algas, especialmente cuando hace calor. Algunas algas también pueden producir sustancias tóxicas por sí mismas.

5. POPS en el tratamiento de aguas residuales

Los contaminantes orgánicos persistentes o COP son sustancias químicas tóxicas con escasa o nula biodegradabilidad, lo que permite que se acumulen en los seres humanos y el medio ambiente. Quizá los más conocidos sean los PCB. Los componentes pueden aparecer -a veces en cantidades muy pequeñas- o producirse durante procesos específicos de producción industrial. A menudo acaban en el tratamiento de las aguas residuales a través de las aguas de lavado (de lluvia) o de las aguas de lavado de gases, o a través del vertido en el sistema de alcantarillado.

6. Pesticidas agrícolas en nuestras vías fluviales

En la agricultura se utilizan muchos pesticidas, que pueden acumularse en el organismo. Por ejemplo, el glifosato es un herbicida muy eficaz que es soluble en agua y se degrada con relativa rapidez en el suelo. A través de las aguas superficiales, los pesticidas entran en el fondo de los cursos de agua.

7. PFAS a través del movimiento del suelo

Los PFAS son repelentes al agua y a la grasa, resistentes al calor y muy fuertes. Se pueden encontrar en el revestimiento antiadherente de las sartenes, en los textiles, los cosméticos, las espumas contra incendios, los detergentes, los lubricantes y el revestimiento de las cajas de pizza. Los PFAS pueden dañar el sistema inmunitario y causar cáncer. La atención que se presta a los PFAS en Flandes y los Países Bajos está relacionada principalmente con el movimiento del suelo. Sin embargo, aquí también está en las aguas subterráneas, el agua potable y los alimentos.

8. Los microplásticos están por todas partes

El plástico se descompone en partículas cada vez más pequeñas. Si son menores de 5 milímetros, hablamos de microplásticos. Entre ellos están los diminutos gránulos de plástico que se encuentran en algunos cosméticos y los procedentes del desgaste de los neumáticos de los coches o de la ropa sintética, por ejemplo, cuando se lava. Como los micro y nanoplásticos son tan pequeños, están en todas partes: en el suelo, en el agua y en el aire que respiramos.  Los microplásticos son disruptores endocrinos y carcinógenos.

9. Medicamentos en las aguas superficiales

Según un informe del RIVM de 2020, al menos 190 toneladas de sustancias farmacéuticas entran en las aguas superficiales de los Países Bajos cada año. En el caso de Bélgica, las cantidades implicadas son – comparativamente hablando – similares. Entre ellos se encuentran (residuos de) antibióticos, antidepresivos, analgésicos y medios de contraste para rayos X.

10. CHROOM-6, el nuevo amianto

El cromo 6 se adhiere fácilmente a los metales y se utiliza, entre otras cosas, en la pintura, la madera, el plástico y el metal. Es un carcinógeno que puede entrar en las vías respiratorias y está relacionado con el cáncer de pulmón y varias enfermedades respiratorias. Sólo recientemente se ha sabido que el cromo-6 no sólo se encuentra en el suelo, sino que los edificios y las vías fluviales también están contaminados con él.

El agua mineral natural Pineo no contiene ninguna de estas sustancias tóxicas

Pineo ha realizado varios estudios sobre su agua, que procede de las profundidades de la sierra de Beneidó, en España. Esto se debe a que es importante hacer que la calidad sea medible. No sólo lo pruebas, sino que se puede corroborar. Por ejemplo, el Laboratorio Oliver Rodés realizó en 2014 un análisis físico y químico completo del agua de Pineo, concluyendo que ¡contiene un 0% de pesticidas orgánicos! Compruebe usted mismo las pruebas de laboratorio de SGS y el laboratorio Oliver Rodés